Sabemos que nuestro cuerpo está compuesto por diferentes enzimas y células que se encargan de que el torrente sanguíneo y el sistema inmune trabajen de manera correcta. Una de estas células son los basófilos, los cuales se encargan de que el cuerpo perciba las defensas de manera más fuerte, y así, evitar cualquier tipo de alergia o infección que nos quiera atacar.
Valores altos y bajos de basófilos
Cuando en un hemograma, los resultados de las células son diferentes a las que se recomiendan, se debe a diferentes factores. Ya sea que los niveles sean altos o bajos, existe un problema que debe solventarse por el bien del organismo, el sistema sanguíneo e inmune.
Los valores normales de los basófilos son de entre 0 y 183 células por m/l en adultos. Cuando un análisis nos lanza niveles más altos, es porque sufrimos una condición patológica conocida como basofilia. En cambio, cuando el resultado es más bajo, se conoce como basopenia, que es un tipo de leucopenia.
Enfermedades asociadas
Las enfermedades asociadas al aumentos de basófilos o basofilia, se caracterizan por liberar mucha histamina, lo cual provoca diferentes reacciones alérgicas e inflamatorias en el cuerpo. Este tipo de trastorno, se debe a que los glóbulos blancos que se producen son muchos, pero de muy mala calidad y las defensas no pueden contra todas las bacterias y alergias que atacan al organismo.
En este caso se puede sufrir enfermedades como asma, anemia, problemas de pulmones e inflamación en las vías respiratorias.
Algunas veces, este cambio en el torrente sanguíneo, se debe a enfermedades como anemia, tiroides o por embarazo. También puede ser una reacción ante el consumo excesivo de medicamentos como antibióticos.
Cuando los niveles de basófilos son bajos, es porque el cuerpo no tiene las defensas necesarias para producir glóbulos blancos y por ende, se ve dañado el sistema inmune y el cuerpo estará propenso a problemas de alergias y bacterias.