Existen cambios físicos y químicos. Los cambios físicos son aquellos no afectan la naturaleza de la materia, porque el agua líquida se transforma en hielo, pero sigue siendo agua. Existen otros cambios muchos más profundos como, por ejemplo: cuando un trozo de papel arde, el papel desaparece quedando en su lugar cenizas y gas, es decir sustancias nuevas y diferentes de las iniciales entonces se que dice que ha ocurrido cambios químicos.
En todo cambio químico existen sustancias iniciales que se llaman reactivos, así como otras nuevas que aparecen como consecuencia de la reacción, los productos. Las moléculas de los reactivos chocan entre si y los enlaces que mantienen unidos a los átomos o iones se rompen. Al estar libres estás partículas pueden formar nuevos enlaces dando lugar a sustancias distintas de las que había inicialmente.
La energía en los cambios químicos
Para que se rompa un enlace químico se necesita una cierta cantidad de energía, al contrario, cuando se forma un enlace nuevo se libera energía. Si la energía que se consume en la ruptura es mayor que la producida en la formación de los nuevos enlaces, el procedimiento en conjunto consume energía y la reacción es endotérmica, si ocurre lo contrario, se produce energía y la reacción es exotérmica.
El uso de la energía
Cualquiera que sea el resultado final, siempre es necesario proporcionar una cierta energía de activación para que el proceso pueda comenzar, por ejemplo, al acercar una cerilla encendida al fogón de la cocina para que comience la reacción exotérmica del gas con el oxígeno presente en el aire.