En el caso de las mujeres el agua mineral es de vital importancia especialmente cuando se encuentre en estado de gravidez, ya que favorecerá su adecuado desarrollo y en períodos de lactancia ayudará a preservar la cantidad y calidad de la leche materna. Su consumo adecuado en la menopausia reduce los efectos del envejecimiento de la piel y los huesos y ayuda a mantener un adecuado y saludable peso corporal.
Beneficios de una adecuada hidratación
Entre los principales beneficios o aportes a nuestra salud de una suficiente y adecuada hidratación, tenemos:
- Las aguas minerales ricas en selenio favorecen el aumento de los antioxidantes disminuyendo de esta forma los efectos de la acción de los radicales libres y el posible envejecimiento prematuro.
- Durante la menopausia, gracias a la disminución de hormonas, las mujeres suelen presentar resequedad de la piel y nutrientes tales como el flúor, calcio, fosforo y magnesio actúan sobre los huesos previniendo la aparición de la osteoporosis.
- Es un excelente aliado en el tratamiento y control de hipertensión arterial, especialmente en sus presentaciones bajas en sodio.
- Las aguas ricas en calcio, magnesio y sulfatos son recomendables para la prevención de enfermedades cardiovasculares, ya que tienen la facultad de actuar directamente sobre el metabolismo de lipoproteínas que son capaces de reducir el riesgo de coagulación sanguínea y de enfermedades cardíacas mortales.
- Las aguas bicarbonatadas son las más adecuadas en casos de diabetes, por producir una menor respuesta glucémica.
- Para los adultos mayores es fundamental e indispensable contar con niveles constantes de hidratación que les ayuden a combatir la disminución de la percepción de la sed, por lo que hay que insistir en que beban agua frecuentemente aún cuando no sientan la necesidad y que realicen una ingesta de agua gradual durante el día.