En la mitología griega, el reino que se encuentra debajo de la tierra y en el que habitan los difuntos es conocido como el inframundo, un conjunto de desoladores paisajes equivalente al infierno en donde eran distribuidos los muertos de acuerdo al tipo de comportamiento que hubiesen llevado en vida. De esta manera, los dioses griegos del inframundo quienes estaban bajo la dirección de Hades y Perséfone son los que nos ocupan en esta ocasión.
Conocido también como el reino de Hades, son muchos los mitos e historias que sobre este lugar se cuentan a pesar de que el concepto como tal ha variado un poco de acuerdo las diferentes épocas. Lo que sí es un hecho es que siempre se hablaba de héroes, monstruos y personas del común que por distintas razones terminaban allí para expiar sus culpas.
El inframundo griego y sus dioses
Puesto que la creencia general afirmaba que después de morir el alma se desprendía del cuerpo, se dice que un mensajero de los dioses llamado Hermes conducía a dicha alma para que fuese objeto de un juicio. Una vez decidido el destino que esta tomaría, si era el caso el espíritu era dejado en un punto específico para que cruzara un río hasta llegar finalmente a las puertas del inframundo en donde lo primero que se divisaba era Cerbero, un perro de tres cabezas que siempre estaba en actitud de vigilancia.
Tal y como se nos muestra en https://www.mitologia.info/griega/dioses/ Hades, rey del inframundo y de los muertos era quien lo precedía, sin embargo también le acompañaban:
- Empusa: un monstruo femenino cuya tarea era cazar a los hombres que consideraba bellos.
- Tártaro: era un dios castigador que se hacía cargo especialmente de los criminales.
- Aqueronte: dios que gobernaba el río por el que las almas debían pasar para llegar la inframundo
- Macaria: diosa y guía de los muertos bienaventurados.
- Nix: diosa de la noche.
Los reinos del inframundo
Tenemos entonces el gran foso de Tártaro, el territorio de los muertos, las islas de los bienaventurados y los campos Elíseos como los reinos más representativos de este mundo oscuro y enigmático que es mencionado en obras como la Ilíada y la Odisea de Homero. Con el paso del tiempo, los griegos insistían en la creación de toda clase de ritos que les permitiera entrar y salir a su antojo del lugar, casi siempre con el objetivo de rescatar a sus seres amados.