Conceptualizando el tema de la bronquitis, se refiere a una enfermedad en la que los bronquios se inflaman, estos no son más que los conductos o tubos que llevan el aire a los pulmones, y cuando están inflamados o infectados, entra menos aire a los pulmones y también sale menos. Como la mayor consecuencia, presencia de mucha tos con flema. Se clasifica en aguda y crónica
Cuando nos referimos a la bronquitis crónica es hacia la enfermedad grave con tos bastante prolongada, que, si es diagnosticada a tiempo, se puede superar fácilmente, ya que tienen pocas probabilidades de recuperarse por completo. El hábito de fumar es la primordial causa de la bronquitis crónica.
La temida bronquitis crónica
La bronquitis crónica es una enfermedad permanente y grave, que se hace presente si la capa interna de los bronquios está irritada e inflamada de manera constante, lo que causa una tos persistente con mucosidad. Esta enfermedad se puede manifestar por presencia de tos; fatiga: fiebre: respiración muy rápida, que es algo referente a la taquipnea; aleteo nasal o contracción de los músculos del tórax en un esfuerzo para respirar, agotamiento y hasta color azulado en la piel, las uñas o los labios a consecuencia de la falta de oxígeno (cianosis).
Por ejemplo, en el caso de los niños, en el caso de presentarse este último síntoma se necesitará tratamiento urgente, unido a mantener presente la lactancia materna; no exponerlos al humo del cigarrillo; lavarles las manos con agua y jabón con frecuencia y mantener alejados a los bebés de aquellas personas que están resfriadas o tienen tos. Los antibióticos no son tan efectivos contra las infecciones virales, por lo que en este caso el procedimiento incluye broncodilatadores administrados con un aerosol y una aerocámara.
Como cuidarse
La bronquitis no siempre se puede prevenir. No obstante, se pueden tomar las medidas necesarias para que el peligro de contraerlas sea mínimo. Lo más importante es dejar de fumar o la exposición a ese tipo de humo, además, tratar de evadir otros irritantes pulmonares, el polvo, los gases, los vapores y la contaminación del aire, removedor de pintura, barniz o cualquier otra sustancia que origine gases intensos. Asimismo, lavarse las manos con frecuencia para disminuir la exposición a todo tipo de microbios, recordando este habito en todo momento, al ir al baño, al usar el transporte público, al estar cerca de alguien que está enfermo, tocar carne cruda, cada vez que estornudes o tosas.