Existe una raíz a la cual se llama wasabi occidental que en realidad es rábano picante y que es la que utilizan la gran mayoría de fabricantes y que a pesar de que proporciona una sensación de ardor muy similar, no es del mismo color o sabor que el wasabi real. Lo que hacen es que colorean el rábano picante de verde para hacerlo pasar por pasta de wasabi genuina. El cultivo del rábano picante es más abundante, económico y rápido y esta la razón por la cual muchos prefieren su uso, gracias a lo rentable que les resulta.
Las diferencias fundamentales entre el wasabi occidental y el real radican en que uno de los dos complementa mejor el pescado mientras que el otro hace lo propio con la carne. Sin embargo, el preferir uno u otro tiene que ver también con un tema cultural y de tradiciones.
Además de sus innumerables facultades y utilidades en la gastronomía, se le han atribuido propiedades antibacterianas y antisépticas que lo hacen muy beneficioso para la salud. En sus orígenes se le utilizaba también para la conservación de pescado crudo.
Wasabi y gastronomía japonesa
El wasabi se utiliza principalmente como condimento para realzar determinados sabores dentro de la cocina japonesa. Comúnmente se utiliza para acompañar el sushi y en la preparación de ensaladas, salsas, mayonesas, aperitivos y helados.
Es de sabor picante y en consecuencia se debe moderar su consumo ya que en exceso, además del picor que genera, restaría sabor al resto de los alimentos que se estén consumiendo, sin contar que, dentro de la cultura japonesa, esto podría insinuar o dar a entender que la comida está insípida y resultaría ofensivo. Por otra parte exagerar el consumo de esta raíz se asocia a problemas de hemorroides, intestinales, hipertensión, alteraciones gástricas e incluso cardiovasculares y definitivamente quienes padecen de ulceras deben evitarlo a toda costa.
Para comer o consumir el wasabi de forma adecuada se recomienda tomar con los palillos una pequeña cantidad y ponerla directamente sobre el pescado sin necesidad de diluirlo en la soya. Debe tenerse en cuenta que esta pasta es muy picante y a pesar de que la sensación se va de las papilas gustativas con prontitud, no debe exagerarse su consumo, evitando así complicaciones de salud.