El asma es una enfermedad que produce dificultad para respirar, ya que se inflaman las vías áreas y a su vez, se crea mucha mucosidad.
Los síntomas de esta afección pueden llegar a ser realmente desesperantes, ya que además de los problemas para inhalar y exhalar oxígeno, la persona suele presentar tos continua, acompañada de un peculiar silbido característico de este mal.
¿Cuáles son las causas de esta afección respiratoria?
Son varias las causas que desencadenan un ataque de asma como, por ejemplo, un resfriado mal atendido, ya que puede transformarse en una infección respiratoria.
Asimismo, la práctica exagerada de ejercicios o recibir noticias impactantes, son factores que afectan las emociones de las personas al punto de inducirles crisis asmáticas.
Por otra parte, algunos alérgenos como los ácaros, partículas del polen, caspa animal, esporas de moho e incluso residuos de cucarachas, también detonan la afección.
Otras de las razones son: el uso de ciertos medicamentos, exponerse a climas muy fríos, inhalar humo de incendios forestales o producidos por sustancias químicas.
Cuatro datos para controlar el asma
El asma es una enfermedad que requiere un tratamiento de por vida, por lo que es importante acudir a un médico que indique cómo controlarla.
Aplicar vacunas contra la influenza y neumonía, son otras medidas necesarias para prevenir el asma, de lo contrario la situación podría complicarse ante una crisis de este tipo.
De igual manera, luego de realizar una prueba de alergia, asegúrate de mantener el espacio de tu hogar limpio de los posibles alérgenos que te causan daños.
Por último, no suspendas los medicamentos tras haber superado la crisis asmática, en su lugar, habla primero con el especialista que te los haya indicado.