El estudio constante durante los últimos años de la isla chilena de Pascua, ha arrojado importantes descubrimientos, uno de ellos es que la misma fue habitada por una enigmática civilización llamada los rapanui, los cuales llevaban el mismo nombre indígena con el que se conocía la isla en el pasado.
Según estimaciones es posible que cercano a su momento culminante, el territorio haya estado habitado por una cantidad aproximada entre 6.000 y 30.000 personas, es decir, que cada kilómetro cuadrado estaba ocupado por entre 55 y 270 habitantes; los rapanui se dividían en jefes y aldeanos.
Los jefes de la población junto a los demás miembros de la élite vivían en casas en forma de canoa invertida, que median aproximadamente 12 metros de longitud y el suelo era fabricado con piedras de basalto, mientras que la de los aldeanos eran mucho más pequeñas, en ellas tenían horno, un foso para la basura, un corral para pollos y un huerto de piedra.
En el interior de la Isla de Pascua solo podía vivir la élite, desde donde se encargaban de administrar los terrenos de los agricultores, que consistían en latifundios en los que se criaban animales y plantaciones de vegetales y frutas, la forma de organización dentro de la isla obligaba a los aldeanos a tener que recorrer varios kilómetros caminando para poder llevarle los alimentos a sus jefes.
Cada territorio tenía su propio jefe y sus plataformas ceremoniales principales, fue esta distribución la que produjo que cada clan contara con distintos recursos y a trabajar en equipo, de tal manera, que cada clan colaboraba uno con otro.