Una de las principales causas de la contaminación en México responde al tamaño de su parque automotor. Existen más de 4 millones de vehículos registrados en circulación solo para la Zona Metropolitana y se estima que sean alrededor de 5.3 millones en total, de los cuales más del 80% son para uso particular, 7% para transporte público y 13% para vehículos de carga.
De acuerdo a cifras oficiales los vehículos destinados a transporte de carga son altamente contaminantes y ocasionan problemas de circulación vial, aumento de ruido, emisiones de carbono negro y partículas finas. El Gobierno en respuesta a la grave problemática de la contaminación atmosférica ha implementado el programa Hoy No Circula desde el año 1989 que reduce la circulación vehicular hasta en un 20% en determinados días tomando en cuenta el color de su engomado. Sin embargo, ello trae como consecuencia que se incremente la circulación de vehículos de transporte público con motores a diésel que emiten más partículas de óxido de nitrógeno en comparación con los que son a gasolina.
La calidad de los combustibles está directa y estrechamente relacionada con los índices de contaminación atmosférica en tanto que, a pesar de las regulaciones y normativas en cuanto a su contenido de azufre, las estadísticas demuestran que en los últimos años los valores se han mantenido prácticamente estáticos y eso se traduce en el incumplimiento de la verificación de la calidad de combustible y su reformulación.
Consecuencias de la contaminación atmosférica en Ciudad de México
Sin duda alguna que la fauna y los animales resultan ser los más afectados, aparte de la salud de los humanos, por la contaminación atmosférica; por si fuese poco encontrados todos los tipos de contaminación de agua que afecta y desde hace más de tres décadas a este país. Las emisiones del parque automotor afectan de manera importante los pulmones de los habitantes de Ciudad de México minuto a minuto, provocando además irritación de los ojos y las vías respiratorias.
Los trastornos a nivel de vías respiratorias constituyen una de las principales causas de muerte en el país. Los niveles de contaminación se consideran alarmantes y anualmente se vierten más de 2.800 kg de plomo en aguas residuales y más de 540.000 toneladas de dióxido de carbono, además de sustancias cancerígenas emitidas al aire cada día, poniendo en riesgo su población.