Puesto que continuamente se repite que no existe la menor posibilidad de tener una segunda primera impresión, siempre se nos ha dicho que esta es determinante y por lo tanto estamos condicionados o convertirnos casi que otra persona con tal de agradar y lograr dejar una buena imagen frente a los demás, es por esto que vale la pena pensar un poco sobre ello ya que este rito social se encuentra rodeado de todo tipo de detalles y de comunicación no verbal que resulta llamar bastante la atención.
Causar una buena primera impresión se ha convertido casi que en un arte, se nos aconseja sobre el vestido, el peinado, el tipo de respuestas y hasta la mejor posición para sentarse pero ¿es tan vital para sobrevivir?.
Lo que ocurre durante la primera impresión
Afortunadamente para muchos, a nivel de relaciones personales esto a dejado de tener tanta relevancia como antes y las personas se inclinan por ser cada vez más sueltas ya que suelen actuar bajo la premisa de que lo importante es mantener su esencia aunque esto pueda crear algún tipo de barrera, lo complejo se encuentra indudablemente en el plano laboral pues allí si es totalmente determinante.
Una formación académica excepcional no sirve de mucho si no se maneja por ejemplo un lenguaje corporal adecuado durante la entrevista o si se asiste con un atuendo inapropiado, así que lo más recomendable es estar dispuesto a prepararse un poco para que desde la seguridad de ser quien eres puedas proyectarlo y así salir siempre triunfante.