El jengibre es un remedio natural muy efectivo para cuidar tu salud, tratar gripes, ardor en la garganta y congestiones nasales, son unos de los muchos usos que posee esta raíz. Las aplicaciones que posee, también se pueden ver en la cocina, trayendo múltiples beneficios en el organismo.
Proveniente de Oriente y siendo producido principalmente en Jamaica, de sabor picante y alimonado, este tallo subterráneo era inicialmente, usado como medicina para aliviar el malestar gástrico, pero con el paso de los años y aún más investigación, se ha comprobado que no sólo es benéfico en los problemas estomacales. Sus usos aplican para frenar el envejecimiento celular y evitar problemas respiratorios.
Su composición es clave para los beneficios en el organismo
El jengibre posee gran riqueza en aceites volátiles, además de un gran número de sustancias fenólicas, enzimas proteolíticas, vitaminas (destacando la vitamina B6 y C) y minerales (calcio, magnesio, fosforo y potasio). Su consumo sin embargo debe ser realizado con ciertas precauciones, en grandes cantidades puede producir gastritis, en mujeres embarazadas se recomienda su consumo en bajas dosis.
Algunas combinaciones en la cocina
El jengibre es conocido por su aroma fresco, exuberante y recuerda a los cítricos como el limón. Combinarlo en salsas como la soja enriquece el sabor de cualquier alimento de sabor no muy fuerte, como el pescado y el arroz. Se consume también de forma rallada, usándolo como adobo adicional en las comidas. En Japón es usado para acompañar el sushi y el maki, dándole una textura crujiente.