Nuestra madre concede receptividad, madurez humana y elegancia espiritual, pues son los atributos que mejor la definen. Fue elegida para semejante responsabilidad y solo ella sabe afrontarla con humildad.
Símbolo de plenitud, de disponibilidad y fecundidad siempre vestida de fortaleza, el misterio total la envuelve y la posee e integra todo su ser.
Suplica por nosotros ante Dios nuestro señor, comunícale nuestros afectos, hazle entender que nuestros pecados no sobrepasan nuestro amor hacia él.
Aconséjanos, María intercede por nosotros
Madre haznos entender que el mundo se puede ahogar en la perversión, y que esto no debe afectar el amor que tenemos hacia nuestros hermanos, que nos debemos deprimirnos en nuestros esfuerzos por conquistar el paraíso. Cúbrenos madre con tu manto silencioso, y tráenos la gracia de tu fe, la gigantez de tu esperanza y la eternidad de tu amor, como el amor que sientes y le manifiestas a tu hijo adorado.
Explícanos el poder de la reconciliación, de ponerse delante del orgullo y perdonar a todos aquellos que nos han ofendido.
El cansancio no hace parte de ti
Completa disponibilidad a los corazones mas necesitados, esclava de ayudar al prójimo, y misiona ferviente de la iglesia de Dios, alma de la sociedad a la que pertenecemos, la palabra de Dios en tu dogma principal, predicar es tu misión fundamental, hoy queremos darte gracias por la tranquilidad que traes a nuestras almas, por la paz que alcanzamos con solo mirarte, por caminar con nosotros en medio de las dificultades.