Generalmente estos aparecen a causa del ácido gástrico que pueden producir úlceras en el estomago o intestino, además de inflamación a nivel del esófago que es el conducto que transporta los alimentos desde la boca. Sin embargo, no todos los trastornos digestivos encuentran su origen en el ácido estomacal. La mayoría de ellos pueden aliviarse con medicamentos.
Uno de los trastornos digestivos más comunes es lo que se conoce comúnmente como acidez estomacal que se manifiesta como una sensación de ardor y dolor en la zona abdominal, cuando el ácido gástrico regresa hacia el esófago que es el conducto encargado de transportar la comida desde la boca hasta el estomago. Cuando se manifiesta con mucha frecuencia o de forma reiterada puede indicar el padecimiento de alguna enfermedad más severa.
La acidez estomacal o pirosis puede presentarse ocasionalmente por el embarazo o por consumo de determinados alimentos, bebidas o medicinas que la produzcan. Debe ser tratada oportunamente para evitar consecuencias de mayora alcance en el esófago por el reflujo que esta produce. Casi siempre las medicinas sin récipes son suficientes para calmar y aliviar esta sensación de ardor.
Tratamiento de los trastornos digestivos
Debemos comenzar por decir que los trastornos digestivos tienen naturaleza muy diversa y muchos de ellos tienen su origen en procesos inflamatorios como por ejemplo la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.
El tratamiento de la acidez estomacal o pirosis ha ido mejorando y evolucionando notablemente en las últimas tres décadas y millones de personas en el mundo toman a diario medicinas para aliviar sus síntomas, lo cual es posible gracias a la reducción de la cantidad de ácido que produce el estomago. Algunas de estas medicinas también actúan sobre la inflamación del estomago, esófago e intestino.
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Los antihistamínicos, son los fármacos que tradicionalmente han sido utilizados en el tratamiento de trastornos digestivos, gracias a su capacidad para reducir el ácido gástrico y aliviar los recubrimientos inflamados de intestino, estomago y esófago, sin embargo, una de sus principales desventajas ha sido el riesgo de reaparición una vez se suspende el tratamiento y en virtud de esto se han diseñado nuevas alternativas para contrarrestar esta incidencia.