Entre los atractivos del municipio español Campo de Criptana, sus emblemáticos molinos de viento aparecen de forma inmediata como aquel escenario que todos quieren disfrutar de manera directa. Se trata entonces de un conjunto de diez molinos de viento que a su vez forman parte de la ruta de los molinos de Castilla-La Mancha la cual se inspira en Don Quijote y de paso permite viajar un poco en el tiempo donde las tareas de molienda eran lo más importante.
Construidos durante el siglo XVI, estos edificios fueron usados para moler cereales y la tradicional harina de almorta, famosa por ser el ingrediente estrella de las míticas tortas de Alcázar y las gachas manchegas.
Los tradicionales molinos de viento en Ciudad Real
Construidos en mampostería y blanqueados con cal y con una planta circular, disponen de tres plantas: una superior con las piedras de moler y las inferiores de almacén y embalaje. Gracias al despliegue de sus aspas, suelen desplegar una agradable sombra que resulta muy propicia para los visitantes. Cabe señalar que, de acuerdo a la literatura, Don Quijote confundía a estos molinos con gigantes contra los que debía luchar.
Algunos de estos particulares molinos tienen nombre propio, así, por ejemplo, están los molinos de Sardinero, Burleta e Infanto, los siete restantes se edificaron ya en el siglo XX y también cuentan con sus respectivos nombres. Solo será cuestión de llegar hasta la oficina de turismo para concretar una visita guiada que permitirá conocerlos por dentro e incluso ver en primera fila las labores de molienda.