La capital rusa se caracteriza por ser seductora e intimidante. Muchos la describen como un destino ideal cuando lo que se quiere es descubrir de a poco y sin timidez alguna, todo lo que esta ciudad tiene para ofrecernos. Moscú es la metrópoli más grande de toda Europa y cuenta con más de doce millones de habitantes en un territorio diez veces más extenso que el de Paris.
En esta impetuosa ciudad hace más de 75 años que sus habitantes utilizan diariamente el metro y cada una de sus estaciones al parecer encierra sin fin de misterios y secretos, supersticiones e historias que de algún modo se ha convertido en parte de su atractivo turístico.
Algunos de sus misterios
En la estación de metro de la Plaza de la Revolución están las Esculturas Mágicas de Matvei Manizer de las cuales la que recibe el nombre de “Un explorador con el perro” es la más popular por que según cuentan frotarle la pata al perro o la boca de la pistola trae suerte y dinero.
Otro de los enigmas del subterráneo de Moscú tiene que ver con el denominado Metro 2; supuestamente es un sistema que funcionó o funciona de forma paralela.
Es bueno destacar que este sistema principal de la ciudad y cuya construcción se remonta a la época de la gestión de Stalin; ella conectaría Kremlin con los puntos más álgidos de la ciudad. Hasta la fecha, los directivos del sistema de Metro no afirman ni niegan la existencia de este supuesto servicio oculto.
Igual de misteriosa y supersticiosa es la historia según la cual existe una entrada a un túnel que conduce a Kremlin; al parecer fue descubierta por unos jóvenes hacia el año 1933. Aparentemente dicha construcción permaneció en secreto por órdenes de Stanlin quien al parecer temía ser atacado por sorpresa por esa vía.
Si algo llama la atención de esta ciudad es el lujo presente en todo el sistema de metro de la ciudad; la imponente presencia del mármol, mosaicos de colores, fastuosas lámparas, detrás de las cuales aparentemente se ocultan misteriosas voces, sonidos; fenómenos paranormales así como suicidios y desapariciones de personas sin explicación alguna. Existen cuatro estaciones fantasmas: Sovestakaya, Pervomaiskaya, Kaluzhkaya y Bolokolamskaya, cuyas leyendas son infinitas y constituyen
parte fundamental de las muchas razones por las cuales Moscú es uno de los destinos predilectos en Rusia.