Pese a que a nadie le gusta admitirlo, lo cierto es que todo el mundo tiene sus manías, fijaciones u obsesiones, y todos afirmamos no tenerlas. Estas manías son fruto de costumbres y hábitos que termina sufriendo el resto de gente, llegando a puntos en que se consideran incómodas o no aceptables. Costumbres con la ropa, higiénicas, asociadas con la suerte, y como no, con nuestros hábitos cuando se trata de conducir.
Lo cierto es que nuestro vehículo tampoco se libra de nuestros malos hábitos, y que en más de una ocasión van a provocar que terminemos buscando en alguno de los desguaces online que existen. Por lo que vamos a ofrecer una recomendación muy fácil de seguir, para que tardes algo más de tiempo en cambiar tu vehículo.
Los problemas de la conducción eficiente
Lo cierto es que uno de los pilares más importantes en la conducción eficaz, es la de conducir de forma relajada, sin estar dando grandes acelerones, ni cambiando de marcha cuando el motor está a pocas vueltas. De esta forma se consigue reducir el consumo de combustible que nuestra cartera terminara agradeciendo, pero a la larga puede producir problemas más costosos.
Si cambiamos de marcha a pocas revoluciones y forzamos demasiado el motor, se reduce de forma considerable la vida útil de la valvula de tipo EGR, ya que se acumula carbón si nuestro coche es diesel, y en los de gasolina se puede dañar el catalizador.
Si hablamos de cambios de marcha y conducción eficiente, nos referimos a cambiar a segunda tan pronto sea posible, y a no revolucionar demasiado el coche (cuanta más larga sea la marcha mejor), pero siempre manteniendo unos mínimos, ya que si las revoluciones son muy bajas, el motor puede verse afectado también. Por ello es importante escuchar nuestro motor y recibir las vibraciones que transmite, de forma que podamos conducir tranquilamente, sin vaciar nuestros bolsillos, ni antes (cuando pagamos la gasolina), ni después (cuando vamos al mecánico por una avería.
